El consentimiento de los usuarios se ha convertido en un punto imprescindible en la industria editorial online. Con la aplicación de GDPR, la Directiva de privacidad electrónica y la CCPA, las empresas editoras de medios online tuvieron que realizar cambios en la forma en que se recopilan, utilizan y almacenan los datos de los usuarios de Internet. A partir de la entrada en vigor de estas medidas en los ditintos países, se hizo obligatorio incluir un sistema que informara a los usuarios de la web y requiriera su consentimiento para recopilar sus datos durante su visita. Aquí es donde un CMP (Plataforma de Gestión de Consentimiento en sus siglas en inglés) hizo su aparición.